En los últimos años, ha aumentado claramente el interés por mejorar los hábitos alimenticios y consumir suplementos para alcanzar las cantidades recomendadas. Por ejemplo, la compra de este tipo de productos en España se ha visto incrementada un 14 % desde 2020.

Entre ellos, uno de los más populares son las proteínas, que son macronutrientes compuestos por aminoácidos.

Las proteínas, tanto de origen animal como vegetal, son vitales para el organismo, ya que forman parte de la estructura de todos los tejidos y de hormonas, enzimas y otras moléculas que regulan funciones esenciales para la vida.

Pero la pregunta que nos hacemos es ¿qué cantidad se debe ingerir? Pues depende fundamentalmente de variables como la edad, el sexo y el nivel de actividad, pero la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) mínima para una persona de peso medio y baja actividad física es de 0,8g/kg.

Si hablamos de un joven que practique ejercicio, es decir, con alta actividad física, la cantidad se eleva a 1,5 g/kg, según la Asociación Española de Pediatría (AEP).

A partir de los 30 años, se agudiza la pérdida natural de masa muscular y esta provoca la ralentización del metabolismo. Lo que favorece un aumento de peso y de grasa corporal y, por ello, resulta más difícil mantener un peso saludable. Por ello, se recomienda reducir la cantidad de carbohidratos, ya que el gasto energético es menor, y aumentar la ingesta de proteínas a 1,2 gramos por kilo corporal.

A partir de los 50 años, la masa muscular disminuye entre un 1 % y un 2 % al año, mientras que la fuerza un 1,5 %. La pérdida natural de densidad ósea y la disminución de la masa muscular obligan a aumentar el consumo de proteínas. De esta manera, en este rango de edad se recomienda incrementar la ingesta de proteínas hasta 1,0 - 1,2 g/kg.

Si la dieta es baja en proteínas, es recomendable completarlo con un suplemento de proteínas, en alguno de los diferentes formatos existentes en el mercado: polvos, barritas, snacks, etc.