Si uno de tus propósitos del nuevo año es llevar una vida mas sana y saludable, estos consejos que te vamos a dar te ayudarán a frenar el temido envejecimiento. Entendemos que cumplirlos todos puede ser difícil, pero cualquier mejora que puedas implantar en tu día a día, ayudará a conseguir el objetivo de estar masa sano.

Di adiós al azúcar

El mejor predictor de la longevidad de una persona son sus niveles de glucosa en sangre, lo que se traduce en la necesidad de reducir al mínimo el consumo de azúcar en la dieta, ya que tener niveles elevados de azúcar en sangre aumenta el riesgo de que las proteínas sufran un proceso nocivo desencadenado al adherirse al azúcar. Este proceso contribuiría al envejecimiento, acelerándolo.

Nada de pan

pan es uno de esos alimentos que consumimos a diario en casi todas las comidas, y precisamente por ello suele consumirse de manera excesiva y es ahí donde radica el problema. El pan es otro gran culpable de los niveles elevados de glucosa en sangre, que a largo plazo, es un caldo de cultivo para multitud de enfermedades crónicas, tales como la diabetes tipo 2 o la enfermedad coronaria.

Menos carne

El consumo de carnes procesadas, se asocian a problemas como la hipertensión y el cáncer de colon. Convendría sustituir por las proteínas vegetales, que estimulan genes como las sirtuinas que pueden promover la longevidad. Otra buena opción son los pescados, que gracias a su aporte de ácidos grasos omega 3 se convierten en parte fundamental de la dieta mediterránea, asociada a la salud y la longevidad.

Tampoco lácteos

Aunque se ha probado que el consumo de este tipo de alimentos no incide significativamente en los niveles de colesterol en sangre, es cierto que la leche y los lácteos contienen una grasa que, de manera aislada, puede tener efectos perjudiciales. Al dejar los lácteos, reduces significativamente tu ingesta de proteínas, una reducción que suprime una vía celular relacionada con el envejecimiento.

Olvidate del alcohol

Se debe intentar eliminar (o al menos reducir al mínimo) el consumo de alcohol. Se relaciona de manera directa con siete tipos diferentes de tumores: de cavidad oral, de faringe, de laringe, de esófago, de mama, de hígado y colorrectal.

Prohibido fumar

El tabaco es el elemento más tóxico entre todos los que consumimos habitualmente. Causa problemas en todo el organismo, no solo a nivel pulmonar: se lo ha asociado a patologías como el cáncer de laringe, de estómago, de páncreas o de vejiga. También puede provocar EPOC y patología cardiovascular, como el infarto de miocardio y la cardiopatía isquémica.

Ayuno intermitente

Esta técnica que genera controversia, no se puede recomendar de manera universal para todo el mundo, pero cada vez más se aboga por hacer menos comidas al día. En teoría, dejarle más tiempo al intestino para digerir los alimentos se traduce en beneficios para la microbiota.

Hacer ejercicio

El ejercicio no puede faltar en ninguna lista de hábitos ligados a la longevidad. Para evitar la pérdida muscular y ósea que se produce con la edad, de lejos lo más importante es el entrenamiento de fuerza. Para mejorar la capacidad cardiovascular, que también se asocia con la longevidad, hay que hacer entrenamiento aeróbico. También es bueno incluir entrenamiento de equilibrio para prevenir esas caídas que se producen en personas mayores.